viernes, 23 de diciembre de 2011

Una extraña historia de Navidad II: La idea


 El fatal papel, que condenaba su existencia, se resbala de la mano de Crauz en señal de derrota. Escucha un poco a Alexis pero todas sus palabras siente que son unas viles tonterías.  Desde hace años ese juez había sido el verdugo de varios de sus compañeros de negocios. Varias veces, en la platicas en el club de golf, se oía que Jhonson había mandado a la cárcel a tal o cual persona y es mas su pesar por que el recuerda que reía porque he sentía protegido por sus amigo en la política.


Su problema en el pulmón se le agravaba por la presión y solo se le escuchaba la tos tan rara que lo había seguido toda su vida la cual era así: jog, joog, jogjog. Su contador lo observa y le pregunta: -¿Entendió mi plan para salvar la fortuna?-  a lo que molesto le contesta: -¿De qué hablas si todos los que conozco le han ofrecido todo lo que un hombre quiere en el mundo y nada lo hace cambiar de parecer? ¡Estoy perdido!-. Alexis frustrado le volvió a explicar su grandioso plan.


La estrategia que Alexis había planeado era el explotar el punto débil de Jhonson, el cual era su pequeña nieta Paola. Hace unos pocos años había tenido un accidente en donde sus padre y hermanos habían muerto y desde ese entonces la niña no ha pronunciado ni una sola palabra. Al ser su único familiar con vida se encargó de ella. Si Crauz podía  hacer que la niña volviera a la vida normal podría comprar la benevolencia del duro juez, pero que debería de considerar que durante 3 años el anciano de Jhonson ha intentado todo lo imaginable, como es doctores y psicólogos, sin ningún resultado. También le dio una maleta en la cual contenía algunos pagos que debería de hacer hoy a su nombre, pero viendo la enormidad del asunto prefirió no hacerlo y dárselo para que Crauz pudiera tener un poco de dinero.


El atormentado rostro de Crauz fue iluminado por un rayo de esperanza y empezó a contar la pequeña fortuna que llenaba el portafolio y al terminar dijo. –Estos 50 millones me pueden servir de algo ¿Pero qué puedo hacer con esa niña?-   voltea a ver a Alexis pero el ya estaba del otro lado del salón. Alexis gritando le dijo que a él no le importaba porque ya no trabajaba más en la cuenta y que le aconsejaba que se retirara de ese lugar porque era muy probable que la policía estuviera en unos momentos.


Mientras Crauz corría por toda la habitación tratándose de llevar lo más indispensable pensaba a donde podía huir en donde no lo reconozcan y para su suerte recordó que nadie sabía que el pueblo de donde había salido era uno de los más alejados y fríos de todo el país y que allí tendría la casa de sus padres en donde podría idear un plan. Tomó uno de los carros de la servidumbre y salió por la parte de atrás.
Al dar la vuelta, en la esquina de la calle, vio por el retrovisor las patrullas llegando a su casa, por lo que agradeció el haber salido a tiempo y se fue hacia su antiguo pueblo. 


La idea de cómo poder alegrar a una niña tan triste. Las imágenes de su niñez, a pesar de su pobreza extrema, siempre el factor de sus alegrías eran sus juguetes, así que, la mejor forma de solucionar el problema con Jhonson era crear un juguete, el cual sea tan fantástico, que cambie la vida de Paola… El punto era ¿Cómo hacerlo?


Continuara…

1 comentario:

  1. hahaha... me cuesta trabajo creer que 50 millones cupieron en una sola maleta... vamos a llamarlo licencia literaria... hahaha...

    Y sigo intrigado...

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