El anciano y el bebé

Frase del día:

 "No hay propiamente edad de la vejez; se es viejo cuando se comienza a actuar como viejo... pero la actuacion no cuenta" Palabras de Sara García

Un 31 de Diciembre, en un lugar apartado, se pueden ver a dos figuras algo extrañas. Un anciano, mirando a un bebé en su cuna. El niño, al parecer está dormido mientras el viejo le acaricia las manos diminutas demostrando un profundo cariño.

Las 11:55 de la noche y la tranquilidad se sentía en el aire. De pronto, de los temblorosos labios del anciano empezaron a surgir las siguientes palabras: “Pequeña creatura, tú serás la esperanza de muchos así como lo fui yo en mi tiempo. Tienes el potencial de cambiar este mundo de caos en el que te dejo. Trate de hacer lo que pude, pero sin lograrlo. Cuando crezcas algunas personas estarán desilusionadas de ti, y dirán que yo fui mejor que tu, pero no te desalientes, eso mismo se lo dijeron a todos nuestros predecesores”.

El reloj marca las 11:59 y el viejo se ve cada minuto más cansado, su respiración es  agitada y le es  difícil estar de pie. Toma la mano del pequeño y con fuerza vuelve a hablarle: “Tendrás que ver horrores de guerra e injusticia en esta tierra. Hambres y pestes de agobiaran constantemente pero recuerda que existe gente buena en este mundo. Que aunque sea poco el tiempo en que estemos en esta tierra no es en vano. Cuídate de las personas ociosas que solo quieren desperdiciarte y de los avaros que solo quieren convertir en dinero. Yo partiré cuando tu abras los ojos, así que, recuerda lo que te he dicho y en su momento díselo al que te preceda”.

Son las 12:00 de la noche y las campanas, en una catedral, empiezan a tocar. Al oír esto el anciano empieza a gritar del dolor, llevándose su mano derecha al pecho.  Cae al suelo y a cada instante su grito es más leve, hasta que, por un instante, no se oye nada. De pronto, las campanas dejan de retumbar y el bebé  empieza a llorar mientras que a lo lejos varias voces, en diferentes tiempos, gritan: -“¡Feliz año nuevo!” .