lunes, 24 de octubre de 2011

¿Por qué soy un guerrero?

 
Muchas personas me subestiman, y si me pongo a pensar, tienen mucha razón en hacerlo.

Sé que no evoco la imagen que todos tenemos acerca de los guerreros que cuentan las leyendas e historias, pero deja que te diga una cosa: -¡Soy un verdadero guerrero! y te lo diré porque-

No tengo la abundante y reluciente armadura, porque la que tengo esta maltratada por las batallas a muerte que he ganado.

No soy el fornido y blanco güerito que se posa arriba de una roca dirigiendo arrogantemente  órdenes a sus subordinados. Soy el chaparrito, obeso, de pie morena (cambiada por el  quemar del sol),  salido del pueblo, que sabe el esfuerzo de ganar en una pelea, además de que, a mí  me gusta combatir al lado de mis hermanos de peleas.

No tengo mis dientes como regla, blancos como perlas y sin ninguna picadura como los príncipes. La pelea no da tiempo de tales cuidados y ocasionalmente  voy escupiendo algún pedazo de mi dentadura mientras persigo al enemigo en su retirada.

No soy el siempre victorioso o nunca humillado. He tenido mis derrotas y he visto a mis amigos caer en el campo de batalla, mientras mi cara esta en el suelo mientras trato de respirar y no ahogarme con el lodo y sangre que están a mi alrededor. Pero de todo esto aprendo para que la siguiente vez que me vea cara a cara con mi atacante, él no tenga la mínima oportunidad.

Soy un guerrero por luchar, pelear y aprender mientras la adversidad me prueba. Por que doy lo mejor de mí, no importando que este en desventaja y aunque el mango de mi espada se funda con mi espada, no la soltaré hasta que salga mi último aliento.

Todo esto, mi amigo, es ser verdaderamente ser un guerrero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario