sábado, 15 de octubre de 2011

El Ente Parte Final



Los dos más grandes estrategas de la época habían muerto de la forma mas simple, esto hizo que se desencadenara el pánico por todos los lugares y todos pensaban que estaban condenados, ya que, su última opción no era más que un viejo que no  podía competir con el arrojo y la bravura de los ahora ya difuntos. Poco a poco la resignación fue la norma para los pobres desventurados.


Un tarde Toni  “La tortuga” se levantó agitadamente de su sueño de la tarde y empezó a gritar: -¡Tengo la solución para derrotar al animal!- mientras su tripulación comían en un camarote y platicaban de las desgracias que cada día el Ente les provocaba. Pocos le hicieron caso, tal vez por ser de edad avanzada, o porque la tarea parecía imposible. Nadie le dio importancia, con excepción de su nieto Jonás, el cual era un marinero que apenas había iniciado sus días en esta profesión. Él siempre había sido admirador de su abuelo, así que, la confianza esta por demás.


El chicuelo le pregunto: -¿Cómo podemos realizarlo capitán?- pero el viejo no quiso decir nada de su plan y solo dio la orden de ir a la capital del país más cercano para hablar con su gobernante.
Una vez en el palacio del rey Toni  “La tortuga” se presentó ante el monarca y le propuso que si le daba todo lo que el requería no solo libraría a todo el mundo de su desgracia, sino que también tendría a su disposición a este ser para amedrentar a los demás países. El rey no lo pensó, ya que, no podía perder, porque si fallaba las cosas estarían igual que hasta ahora, pero si no, el poder y la fama lo esperaban, así que accedió.


El pequeño barco  fue modificado con colores llamativos hasta en las velas, además tenía unas enormes lámparas en el mástil más alto y unos pequeños botes de juguete. Estos estaban  amarrados al pintoresco barco. Músicos empezaron a subir con instrumento en mano en una fila simulando una marcha militar. Toda la tripulación, al ver esto, se confundió y pensaban que si fuéramos a pelear con estas ridiculeces su fin estaba garantizado, así que, uno a uno desertó antes de partir. Todos se fueron con excepción de su nieto, el cual, tenia completa fe su capitán, así que el pintoresca embarcación zarpó hacia los mares, en donde  se comentaba que estaba su objetivo.


Durante 4 días navegaron en círculos sin encontrar pistas de su presa. El temor crecía más y más entre todos los congregados al pequeño pedazo de madera, pero el anciano nunca reveló sus planes y solo se le podía escuchar decir lo siguiente: - en el momento que yo lo indique harán lo que yo les diga- mientras encendía su vieja pipa de madera.


Una noche un estruendo se oyó en la lejanía, era el ente que corría en dirección a ellos para devorarlos. El viejo se levantó de su mecedora y empezó a gritas sus indicaciones: - Músicos toquen. Marinero, prende las luces de los mástiles y muévelas de lado a lado pero siempre apuntando  hacia el barco y no dejes de moverlas mientras yo lanzo los juguetes a la mar- . Todo fue acatado al pie de la letra y poco a poco se podía observar como el atacante cerraba su boca y disminuía su marcha, hasta que en unos metros, se detuvo por completo para admirar el espectáculo. Pareciera que estuviera en un hipnotizado y la carnicera mole tomaba tonos de un tierno cachorro.


El capitán Toni empezó a mover su navío en la dirección en donde se encontraba la isla del rey que le había llenado de favores para así poder desembarcar en una cueva. Todas las personas de por allí lo estaban esperando y pudieron admirar el desfile que no los dejaba respirar por el hecho de que su gran miedo estaba atrás del barco como un perro en su paseo vespertino. Al llegar a una obscura cueva, cerca del mar,  el anciano se dirigió al rey y le dio las siguientes indicaciones: 


-Nunca deje de tocar ni de mover intermitentemente las luces, si quiere utilice turno de personas que lo hagan, ya que el día que suceda la bestia  saldrá de su trance y sabe lo que eso significaría. También pongan alrededor de él plantas que simulen paredes para que se sienta cómodo pero que nadie tenga acceso a molestarlo- y el rey confirmó con la cabeza las instrucciones y mando traer la enorme recompensa para el astuto hombre.
Ya en el banquete que se realizó en honor de los héroes su nieto se acercó para preguntarle: - Oye abuelo ¿Cómo es posible que hayas capturado tan fácil a algo destruyó ejércitos enteros?- Mientras la Tortuga sostenía una pierna de pavo rió y dijo: - Es fácil, a este tipo de animales si los aprisionas su genialidad brillará para escapar. Si lo atacas lo despiadado de su ser surgirá hasta destruir todo lo que tenga a su alrededor, pero, si lo distraes con cosas vanas y sin importancias banalidades olvidará sus propósitos y la aprisionaras-.


 Al estar satisfecho  el viejo bostezó y se levantó del lugar camino a su cuarto, pero en un instante regresó a su nieto y le dijo: - Dile al rey que ponga letreros en toda la playa que contengan lo que tiene escrito aquí-. Y en eso le entregó un trozo de tela a su joven asistente y por fin se dirigió a sus aposentos.
Intrigado el joven curioso miro el contenido para ver el mensaje escrito, el cual es este:


“¡Peligro! Aquí se encuentra el Ente, también conocido como La Imaginación del Hombre”.

Fin

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