sábado, 22 de octubre de 2011

El malvado muerto desdichado


Una persona muere y las cosas se ponen tristes.

El que en vida era un malvado, es diosificado, por la triste ausencia.

Todos alrededor de él cuentan anécdotas para tratar de redimir su reputación,
Pero al pasar de las horas ven que este propósito es vano y absurdo.

Querer platicar de alguien despreciable cosas agradables… es más fácil revivirlo.
Su viuda e hijos lloran con desesperación, pero muy en el fondo, tanto ellos como los congregados, saben que están mucho mejor así que cuando tenías vida.

Golpes, reclamos, marcas de cigarrillos prendidos y amenazas ya no los pueden alcanzar desde la enorme distancia de 3 metros bajo el suelo.

Infidelidades, abusos y maltratos son redimidos por la sangre del infeliz que murió como solo una persona de su calaña pudo hacerlo, en una cantina, con cuchillo en mano, defendiendo una causa sin sentido.

Todos sus hijos, bastardos, se conocen en esa noche y se abrazan por el llamado de la impura sangre que los une ¡Pobre amigo! Es gracioso pensar que evoques emociones tan hermosas siendo lo que fuiste.

Son los últimos momentos antes de que desciendas a la fosa y tu esposa se abalanza hacia ti. Ella puede sentir las miradas confundidas de tus amantes. Ellas, que si se hubieran encontrado cuando estabas vivo, se hubieran destrozado, pero  ahora son el ejemplo de la ecuanimidad.

Todo el espectáculo a terminado, la última persona se despide de la viuda oficial y a sus hijos. Pareciera que la injusticia fuera el tema principal en esta charada, pero no te preocupes, después de esto la gente volverá a recordarte realmente como eras y que el mundo está mejor sin ti.

Si tan solo hubieras vivido como una buena persona, el legado que hubieras dejado traspasaría mas de lo que es en este momento… una hermosa reunión, para una despreciable persona.

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