"Parece que va a llover, el cielo se está nublan... parece que va a llover, ¡hay mamá me estoy mojando!" Ultimas palabras de los que no le creyeron a Noé
Al mirar al cielo, en estos días, muchas de las reacciones al ver las nubes negras son de frustración por que se avecina una lluvia, el día va a ser muy frio y ,tal vez, habrá una inundación y las personas cerca de un rio tendrán problemas en sus casas. Por otro lado observándolas te transmiten una tristeza y temor su tono gris o negro lúgubre.
No son como sus hermanas las nubes blancas, ellas te ponen de buenas por que parecen algodón, dibujan figuras en el cielo cuando te acuestas en el pasto para contemplarlas y te dan un descanso del abrazador sol. Ahora, si nos ponemos a pensar ¿Cuál es la diferencia entre los borreguitos del cielo y las maquinas de rayos? Pues es que la presión que tienen originan estos cambios, ya que sabes, las dos son iguales.
Si una nube negra libera su exceso de agua y truenos se convierte en blanca y si la otra acumula mucha presión se convierte en negra. Nosotros no podemos evitar que la presión nos agobie, nos sintamos tristes y tengamos ganas de lanzar rayos por nuestra furia, pero aquí te tengo un consejo:
Saca todo lo que tengas en tu interior, de alguna forma productiva, así como la nube lleva agua a los demás tú puedes realizar algo con esa energía para el beneficio tuyo o de los que te rodean. Haz deporte, arregla algo, escribe. Si tu coraje es intenso busca tus pararrayos como el hacer deportes de contacto, escalar, grita e incluso llorar. Todo lo posible para que te conviertas de una nube negra a una blanca.
Regálate el hecho de ser una pintura que fascine a las personas cuando te admiren y no un dolor de cabeza o un terrorque les proboque huir de ti.
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