sábado, 10 de septiembre de 2011

El cambio de sapo a principe

Frase del día
"No es que sea feo, solo soy un príncipe en potencia" la rana René

En mi niñez tuve un amigo, el cual, era de las personas más respetuosas y divertidas que he conocido. Una caballerito, en toda la extensión de la palabra, pero tenía unos pequeños defectos, era muy bajito, gordito, vestía muy sencillo y tenia ojos saltones. Por estos defectos todos le decían el sapo y las niñas gritaban de asco al ver acercarse a mi amigo. Era muy recurrente que estuviera deprimido por que todo el mundo lo hacía menos por parecer raro. 
Le perdí la pista por más de 20 años y no supe que le había pasado al pobre sapito. Hubo una reunión hace un par de días y una amiga me presentó a su novio, el tipo daba envidia por la siguiente descripción:
Alto, visiblemente le gustaba hacer pesas, su atuendo marcaba un buen estatus social y facciones varoniles.

Se me quedó viendo y con una alegría me gritó: -¡Pepe el toro! ¡Que gustazo el saber de ti!-. Por un momento traté de consultar mi base de datos y checar de donde lo conocía o si la conversación me daba alguna pista del porque sabía el apodo que tenía en el Kínder. Llegamos a un silencio incomodo y él me preguntó: -¿No me recuerdas? Soy el sapo- Creo que mi cara la admiración le causo mucha risa y me explicó que toda la infancia estuvo traumado por todo lo que le dijeron, pero se propuso el que no le iban a decir así nunca más. Hizo ejercicio desde la secundaria, me apliqué en mis materias  y ahora me va bien.

Entrados en la plática le pregunté por las niñas que se burlaban de nosotros y me comentó que eran personas que frecuentaba mucho. Mis traumas de la niñez me obligaron a preguntar que si las había tratado como ellas lo hicieron, pero él dijo que si llegara a hacer eso sería tan mala personas como ellas lo fueron. Mi amiga lo abrazó e interrumpí diciendo: - Este es mi príncipe-.

Esto me dejó dos cosas en que pensar:

  1. Las criticas, por más hirientes y mal intencionadas, pueden ayudarnos a superarnos. Todo depende de la filosofía con que la tomemos
  2. Cuando estas arriba de alguien que te hizo daño y te vengas te hace tan mezquino como esta persona. Mejor pagar bien por mal y que quede en su conciencia.
Oye sapo, si estas esperando a que una princesa venga a que te bese y te conviertas en príncipe... estas frito. Mejor supérate.

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