sábado, 27 de agosto de 2011

Tragedia de un perro

Frase del día:

"No soy un cabeza hueca, solo tengo el cráneo muy grande" Proverbio de Odie (bueno, si lo pudiera pensar lo diría)


Una figura negra al final de la calle me despertó la duda y fui para allá. La curiosidad fue saciada al observar un gran danés tirado en la banqueta. El seguía vivo, pero en su rostro se le observaba un rio de tristeza.

 Mi calle tiene una reja, en una de sus entradas  en un intento de hacerla privada y parecía que el perro usaba esta herrería como protección del mundo en el cual estaba por algún infortunio de la vida, tal vez expulsado por el descuido de sus amos o por ser un animal que consumía demasiado alimento.

Todos los días lo veía en ese rincón en el camino, de ida y vuelta, a mi trabajo. Pasaron los días y la imagen del fornido perro se convirtió en una sombra lánguida de despojo canino. Yo me preguntaba: ¿Por qué no sale a conseguir un poco de alimento? O ¿a buscar su casa?  Y ¿por qué se conforma con lo poco que le podemos dar  los vecinos y no sale de la protección imaginaria de esos barrotes de hierro?

Una tarde después de regresar el desdichado animal ya no estaba, había muerto, según me contaron, esa tarde. Tanto potencial de un perro tan imponente y no realizó nada, solo por aferrarse al recuerdo que cuando era una mascota el estar atrás de una reja le daba protección y comida.

Ahora me pregunto ¿yo estaré en la misma situación? ¿No estaré desperdiciando mi vida en algo que no tiene futuro solo por lo que ahora tengo es seguro? ¿Tendré lo suficiente para mi travesía para encontrar algo mejor?
No lo sé, pero al menos quiero hacer la travesía y no esperar en una esquina de la vida a que mis sueños mueran ¿Y tú?

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