"No es que se me haya prendido el foco... yo soy el foco" Proverbio argentino, che.
Cuantas veces has pensado que las presiones de tu vida te agobian. Que por más que te esfuerzas pareciera que todo esta en tu contra, que en cualquier momento vas a explotar y no sirves para nada. Cuando eso pase, voltea hacia arriba y busca un foco.
¿Por qué hacerlo? Pues imagínate que eres el pequeño filamento en el centro, el que esta brillando por que constantemente esta bombardeado por una corriente incesante de electricidad. Por si fuera poco, no existe aire adentro de la bombilla de vidrio, sino un gas que aumenta la incandescencia allá adentro. Pareciera que todo a su alrededor esta confabulado para hacerle pasar un mal momento, pero el filamento resiste hasta estar al rojo vivo y el resultado es la luz que emana.
Dicen que entre mayor sea la calidad de alambre, mayor intensa será la luz.
¿De qué voltaje eres?
¿Ya te fundiste?
¿Estas rogando por un apagón?
Recuerda que a pesar de todo lo mal que la estés pasando a alguien estas alumbrando de alguna forma. No prives a la gente de tu luz solo por que pienses que eres de 20 Watts.
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