La tristeza la consumia, ya que, deseaba ser como esa estrella fugaz, pero, no podía conseguir
algo que la pudiera llevar de un lugar a otro, además, su pelo no era tan
grande y radiante. Apenas tenía unos cuantos rayitos que le sobresalían de su
cabeza.
La depresión la sumió más y más. Ya no le importaba brillar
por que el simple hecho de hacerlo le recordaba que tan simple era su
existencia. Pasaron los años y el parpadeo que emanaba de la luminaria era casi
nulo, entonces un objeto pequeño y de metal se acercó a ella. Parecía como una
estrella fugaz pero esta tenía una cola de fuego con la cual se impulsaba.
Frustrada pensó que era otra persona que venía a restregarle la cara lo
superior que era a ella así que volteó hacia otro lado.
La nave se detuvo a su lado y poco a poco una puerta se
abrió y de ella salió un pequeñísimo ser son una cabeza redonda y una manguera que salía en la coronilla de
su cabeza y que se conectaba a su nave. La curiosidad hizo que la estrella
volteara a ver este espectáculo y a preguntarle:
-¿Quién eres?-
El visitante toco algunos botones y dijo:
-Hola, vengo del planeta tierra y quiero preguntarte ¿Por
qué has dejado de brillar-
Molesta por su impertinencia le contesta:
-¿Y tu quien eres? o ¿De dónde eres? o ¿Por qué vienes a
molestarte? –
El extraño ser le contesta: - una disculpa querida estrella-
se inclina y hace una reverencia inclinando la cabeza para después proseguir: -
Soy el astronauta Smith del planeta tierra. He venido a preguntarle por que la
estrella más importante e histórica para nosotros a dejado de brillas tan
abruptamente estos últimos años-.
La afirmación que le había dado era algo que no podía creer,
si solo es una común y pobre estrella entre millones, como le había dicho
fugaz, por lo que no era muy coherente lo que afirmaba pero estaba intrigada
asi que le dijo:
- Yo no conozco
ningún planeta con ese nombre así que me imagino que vienes de muy lejos
y se me hace imposible que todos ustedes estén preocupados por astro tan
insípido como yo, ya que una…-.
El astronauta la interrumpió abruptamente agitando las manos
y moviendo la cabeza que estaba adentro de su casco. Cuando dejo de hablar el
astronauta prosiguió:
-Si usted supiera que tan importante es para nosotros, es la
estrella que siempre miramos y nos ayuda a orientarnos en la mar. Desde siglos
ha sido uno de los puntos fundamentales para los navegantes, y ahora que no la
vemos, estamos en un caos por que varias embarcaciones todavía se guían por su
fulgor. Así que le pido de la manera más atenta, que vuelva a hacer lo que hacia antes ¡Por favor!-.
Con los ojos tan abiertos, como platos soperos, y sin
aliento de contestar palabra, afirmó con la cabeza. El humano regreso a su transbordador
y emprendió la retirada.
Desde ese entonces la estrella brilla aun más que antes porque,
además de que le gusta hacerlo, sabe que a pesar que no los ve, existen
personas que valoran su trabajo y para ellos esa estrella común es una en un
millón.
FIN
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