martes, 6 de marzo de 2012

El grano de café


Mi frase del día:

“Yo no discrimino, ellos que se dan a conocer por cómo se ven”

Un pastor estaba cuidando a sus ovejas, cuando de pronto, observo que estaban más inquietas que lo acostumbrado cada vez que comían de unas bayas  de un arbusto.

El pastor fue con unos monjes para preguntarles por qué sucedía esto ellos reaccionaron con horror y lanzaron el extraño fruto al fuego. El olor que emanaba del fuego era tan placentero que recolectaron los granos e hicieron un caldo con ellos. Es así como surgió el vicio de muchos trasnochados… el café.

En algunas ocasiones clasificamos cosas o personas por la primera impresión que nos dio y las desechamos. Pero después te das cuenta que existen aspectos buenos y que por tu prejuicio no los valoraste.

Toda persona, en el ambiente incorrecto, es muy difícil que brille por sus cualidades y sus atributos. Porque no le das el beneficio de la duda, y quien sabe, tal vez, te asombre como el olor de un café tostado.

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