lunes, 8 de julio de 2013

El problema de innovar

La fuente de la innovación es la imaginación. Es un niño con cuerpo de grande que se da a la tarea de sacar cosas descabelladas para un grupo de personas que están acostumbradas a la imperfección del mundo. Viene a ser para algunos como una brisa refrescante en un día soleado, pero para la gran mayoría es un tsunami que destruirá todo lo que conoce.
El innovar es el hambre a hacer mejor las cosas, pero siempre debe de pensar si realmente es lo que me gustaría adquirir o es una necesidad real para los demás. Muchas ideas han sido un fracaso por el hecho de no tener un objetivo claro o no saber a qué personas quieres captar y lo que realmente necesitan. Pero una vez que todo esto sea considerado, lánzate al abismo con el paracaídas que tú mismo creaste… tu idea innovadora.

Personas querrán frenarte por muchas razones. Algunas te quieren tanto pero no creen en tus ideas y por lo tanto el fracaso es casi evidente, por lo que no quieren que pases por ese trago amargo.

Otras personas pensaran que el cambio es lo peor porque no existe una garantía que pueda funcionar así que es mejor lo estable, lo ya probado o lo que no exige riesgos pero no saben que cada idea tiene su ciclo y que las ideas mueren. Esto que fue una idea con el tiempo, si no se renueva morirá con el cruel paso del tiempo.


Crea, transporta… juega con tus ideas y que cada fracaso innovador será un gran paso al triunfo más grande en tu vida porque los protagonistas en este mundo son los que arriesgan a pasar por este mundo espinoso a la meta de gloria.

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