martes, 14 de agosto de 2012

Mi despertar

El ambiente huele a humedad y quiero salir a caminar. Mis pasos son lo único que oigo en las solitarias calles por el camino en donde todos los días transito. Y aunque la noche está muy avanzada no le veo importancia ya que estuve al lado de ella.

Ya hace varios meses que no dejo de pensar en esto. Somos tan parecidos y, a veces, supongo que me manda señales. Aunque no sé si solo es mi esperanza de que ella me mire.
Mi paso se vuelve más calmado hasta llegar al punto de que solo lo hago por inercia mientras trato de recordar que fue lo que ella hizo el día de hoy que lo pudiera considerar que me este insinuando algo.

Cada paso que doy es un pensamiento en el tema, mientras subo las escaleras del improvisado puente de una avenida. Veo su sonrisa cada vez que quiero ser el gracioso y su forma de recogerse el cabello me vuelve loco.

Sin darme cuanta ya llevo la mayoría un buen tramo del puente y la estructura empieza a crujir. No veo que es lo que está pasando, volteo sin saber porque se mueve y hasta que me percato que un remolque chocó con   los fierros oxidados y esto pronto se va a caer. Trato de sujetarme de un tubo, pero este se desprende y me pega en la cabeza para después oscurecerse todo a mí alrededor.

El picoteo de un pájaro me quita el sueño y abro los ojos. La habitación en donde estoy es un cuarto de hospital y varias maquinas están puestas a mi alrededor. Mi boca y mi nariz tienen tubos que me lanzan aire una y otra vez. Hace unos minutos estaba caminando en dirección para mi casa y ahora parezco una ferretería.  Quiero arrancar todo esto de mi cara pero mi mano no responde… es más, ninguna parte de mi cuerpo parece funcionar y esto me desespera mucho. No sé qué hacer y solo empiezo a gritar desesperadamente, siendo que tampoco puedo articular ni una palabra.

Podría ser que haya quedado cuadripléjico y este condenado  a no volver a hacer nada en mi vida… a no poder estar con ella. Suenan cada vez mas fuerte los aparatos  a mi alrededor, y una enfermera trata de tranquilizarme, mientras todo se ve  borroso a mi alrededor, tal vez porque me administraron un sedante para tranquilizarme.

Abro mis ojos y veo a mi madre en un costado mientras acaricia mi pelo. Ella mira que la observo y me da un beso en mi frente. Empieza a decir lo feliz que se siente que haya despertado y que muchos estarán felices de saber que estoy consciente.

Algo en ella me parece distinto y hasta un poco extraño, al percatarme mejor de su aspecto. No era tan joven y su pelo no parecía el mismo. Un balde de agua fría recorre todo mi cuerpo al darme cuenta de era mi hermana menor pero de una forma acabada y madura… ¿Qué está sucediendo aquí?


Continuará...
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