lunes, 27 de agosto de 2012

Mi despertar Parte Final


Ella también había esperado a que tocara, mientras me vigilaba por la mirilla. No supe qué hacer o que decir. Tantas conversaciones había inventado durante todo este tiempo y solo podía verla, y pensar que, a pesar de que su rostro estuviera en un velo de canas y arrugas, tenía la misma belleza que recordaba.

Pasaron las horas en una plática interminable entre risas y anécdotas de las personas que teníamos en común. Parecía que solo nos hubiéramos dejado de ver algunos días. Ella me contó como había sido su vida, que se casó hace muchos años pero no fue la mejor decisión, ya que, el que fue su esposo la engañó con una ex compañera suya. Ella terminó viviendo con sus padres mientras criaba a sus dos hijos. Ya con nietos y con una familia más estable confiesa que tuvo una juventud difícil, hace una pausa dramática mientras una lagrima rueda de su mejilla. Después de esto me mira a los ojos y trata de consolarse diciendo que a mí me fue peor, porque, pareciera que me hubieran robado 30 años de mi vida.

Sinceramente eso no me duele mucho. Lo que realmente me hace sentir mal es que no estuve allí para ella. Hasta  este momento supe que la quería mucho y que daría todo por regresar a mis tiempos de joven y declararle mis sentimientos… pero eso no es posible.

Solo puedo contestar su argumento con una sonrisa fingida y un adiós, con la escusa de que ya era demasiado tarde. Al poner mi mano para ayudarme a levantar este cansado cuerpo ella la tomó  y me confiesa que estuvo enamorada de mí desde el primer momento en que me vio. El escalofrió que recorre toda mi espalda hace que me levante aun mas rápido. Todo el tiempo tuve la posibilidad de estar junto a ella pero mis complejos no me dejaron verlo… hasta este momento desperté y vi cual era la realidad entre nosotros.
Camino hacia el elevador con la cara roja de enojo y pena. Aprieto el botón del elevador y las puertas se abren mientras se oye un grito proveniente de su casa. Se me hace lógico pensar que me quiere detener para no sentirme tan mal… pero es demasiado tarde. Doy el primer paso y veo que no hay piso… estúpido anciano, no recordaste que no funcionaba el elevador. Caigo por el obscuro agujero mientras escucho tus su voz con desesperación. Una sonrisa aparece en mi arrugada cara al pensar que este debió de ser el mejor final después del error de no poder confesar el amor que tenia hacia ti.

 Vuelvo en mí y escucho  el incesante bip que monitorea mi corazón. Al parecer este viejo tiene más vidas que un gato. Abro los ojos y me encuentro en la sala de un hospital, pero esta vez más rudimentario que la anterior… como en los años de mi juventud. Supongo que al haberse acabado el dinero de la indemnización es para lo único que me alcanzó.

Al revisar si no había perdido nada en la caída parece que mis ojos no pueden creer lo que están viendo. Mis manos ya no tienen las manchas ni las arrugas que tenían con la edad… al parecer soy joven de nuevo.
De pronto siento que alguien toca la punta de mis dedos de la mano derecha y volteo rápidamente para ver quién es.  Mi alegría no pudo ser mayor al ver que era Lourdes, tan joven como siempre, con sus manos y su cabeza recostada en mi cama mientras estaba sentada a mi lado durmiendo plácidamente.

Sus ojos se abren asustados y me observan perplejos, mientras grita de emoción lo alegre que se sentía el que estuviera bien después de estar inconsciente por varios días. De pronto los abrazos cesaron y se sintió un silencio incomodo. Lourdes se levantó de su lugar diciendo que debía de avisar a una enfermera. Desesperado, tomo su mano para evitar que se vaya y le digo: -Antes de que pase algo más quisiera confesarte un sentimiento que pareciera que tengo atorado desde hace 30 años –

FIN




jueves, 23 de agosto de 2012

Mi despertar Segunda parte


Meses pasaron para que mis músculos atrofiados pudieran recuperar la movilidad que antes tenía y todos los días mi hermana me platicaba que había pasado durante todo este tiempo. Fueron 30 años los que pasé en coma, sujeto a esa cama. Familiares que antes conocía ya habían muerto, entre ellos mis padres. Los gastos que había generado fueron pagados por una demanda al gobierno por su imprudencia en el accidente, y aunque en el tiempo del accidente fue una fortuna, ahora  solo se remontaba a una cantidad con unos pocos ceros… que al parecer en este tiempo vale aun menos de lo que recuerdo.

Todo este tiempo pensaba en Lourdes, la mujer que la noche antes de mi accidente fuera mi último pensamiento. Tal vez nunca me buscó y me olvidó o todo lo que me suponía solo era mi imaginación. Estos pensamientos fueron los que me mantuvieron cuerdo mientras mi recuperación fue completa.

Es difícil salir de un lugar y no reconocer nada, no entender para que sirve cada cosa y porque la gente viste y se comporta de tal o cual forma… creo que me he perdido mucho en la pequeña siesta que me eché.

Solo una cosa pasa por mi mente, la cual es encontrar a Lourdes y saber ¿Qué fue lo que pasó con ella? Y ¿En dónde se encontraba? Y la pregunta más importante ¿Qué es lo que ella sentía por mi?

Analicé la situación y era muy poco probable quela localizara, pero lo iba a intentar. Le pedí mi celular a mi hermana, pero ella me explicó que lo más seguro es que los de la camilla o los que me sacaron del puente se lo hayan robado, por lo que, el buscar su número estaba descartado. Por otro lado, si sabia como llegar a su casa, por lo que, en unos minutos, estaba abordando un taxi y dirigiéndome a lo que vagamente recuerdo que era su departamento.  

Después de varias referencias fallidas   pude encontrar el número 303 de “villa nueva”, el lugar que me indicó  un papel que tenía escondido entre mis cosas. Los recuerdos son vagos, pero aun puedo reconocer la vivienda  que en aquel instante me impactó con su esplendor pero ahora es un viejo recuerdo. El elevador esta fuera de servicio, así que tomo las escaleras desgastadas por el usó.

Al estar enfrente de la puerta no dejo de pensar que decir. Es un poco absurdo que alguien que estuvo tan poco tiempo en su vida se presente después de que han pasado años y años. Además ¿Qué estoy haciendo aquí? Es un tanto estúpido el estar enfrente de alguien que quisiste hace tantos años con la esperanza de saber si alguna vez fui correspondido.

Minutos pasaron eternamente frente a la corroída puerta, con rastros de pintura vieja hasta que decidí el dar la vuelta y regresar a la realidad. Di va media vuelta y caminé hacia las viejas escaleras cuando de pronto escuché como innumerables candados y seguros eran abiertos de la casa de Lourdes y ella salió para recibirme con un fuerte abrazo.

Continuará...

martes, 14 de agosto de 2012

Mi despertar

El ambiente huele a humedad y quiero salir a caminar. Mis pasos son lo único que oigo en las solitarias calles por el camino en donde todos los días transito. Y aunque la noche está muy avanzada no le veo importancia ya que estuve al lado de ella.

Ya hace varios meses que no dejo de pensar en esto. Somos tan parecidos y, a veces, supongo que me manda señales. Aunque no sé si solo es mi esperanza de que ella me mire.
Mi paso se vuelve más calmado hasta llegar al punto de que solo lo hago por inercia mientras trato de recordar que fue lo que ella hizo el día de hoy que lo pudiera considerar que me este insinuando algo.

Cada paso que doy es un pensamiento en el tema, mientras subo las escaleras del improvisado puente de una avenida. Veo su sonrisa cada vez que quiero ser el gracioso y su forma de recogerse el cabello me vuelve loco.

Sin darme cuanta ya llevo la mayoría un buen tramo del puente y la estructura empieza a crujir. No veo que es lo que está pasando, volteo sin saber porque se mueve y hasta que me percato que un remolque chocó con   los fierros oxidados y esto pronto se va a caer. Trato de sujetarme de un tubo, pero este se desprende y me pega en la cabeza para después oscurecerse todo a mí alrededor.

El picoteo de un pájaro me quita el sueño y abro los ojos. La habitación en donde estoy es un cuarto de hospital y varias maquinas están puestas a mi alrededor. Mi boca y mi nariz tienen tubos que me lanzan aire una y otra vez. Hace unos minutos estaba caminando en dirección para mi casa y ahora parezco una ferretería.  Quiero arrancar todo esto de mi cara pero mi mano no responde… es más, ninguna parte de mi cuerpo parece funcionar y esto me desespera mucho. No sé qué hacer y solo empiezo a gritar desesperadamente, siendo que tampoco puedo articular ni una palabra.

Podría ser que haya quedado cuadripléjico y este condenado  a no volver a hacer nada en mi vida… a no poder estar con ella. Suenan cada vez mas fuerte los aparatos  a mi alrededor, y una enfermera trata de tranquilizarme, mientras todo se ve  borroso a mi alrededor, tal vez porque me administraron un sedante para tranquilizarme.

Abro mis ojos y veo a mi madre en un costado mientras acaricia mi pelo. Ella mira que la observo y me da un beso en mi frente. Empieza a decir lo feliz que se siente que haya despertado y que muchos estarán felices de saber que estoy consciente.

Algo en ella me parece distinto y hasta un poco extraño, al percatarme mejor de su aspecto. No era tan joven y su pelo no parecía el mismo. Un balde de agua fría recorre todo mi cuerpo al darme cuenta de era mi hermana menor pero de una forma acabada y madura… ¿Qué está sucediendo aquí?


Continuará...
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lunes, 13 de agosto de 2012

El nido


Basura en la banqueta o un montón de ramas se pueden ver a simple vista en la solitaria banqueta esta mañana. Pero si te acercas un poco mas puedes encontrar que tienes un nido destruido por alguna razón.

Tal vez fue el aire que lo tiró o solo algún animal atacó a quien estaba reposando en ese lugar. Unas estructura tan débil a mi parecer, parece el refugio de algún ser que se sintió seguro en ese lugar.

Imaginar que tantas horas de su vida tuvieron que pasar para que hacer la casa ideal. Buscar los materiales, moldearlos los materiales y organizarlos de tal forma que ese lugar sea el mejor para los que más quiere.

Paso al lado de la casa vacía de ave y muchas lastimeras imágenes rondan en mi cabeza pero una pequeña idea  sale de ese fango de negatividad. Al parecer el nido cumplió su misión y aunque esta en el suelo la ave es capaz de hacer tantos como él quiera.

Hoy me a puesto a pensar que ponemos demasiada atención a las cosas materiales y sobrevaloramos su existir. Aprovechar lo que tengo y no lamentarme en su pérdida hace que la vida sea más ligera en una tragedia, y aunque tal vez no se pueda recuperar, el haber aprovechado lo adquirido debe de ser una de nuestras satisfacciones.

lunes, 6 de agosto de 2012

¿Qué pasaría?... el comienzo de algo nuevo


La mente humana es una caja de donde salen muchísimas cosas, tanto buenas y malas, para inundar el mundo que nos rodea. Tener una idea, es el poder mas valioso que el hombre a llegado a tener porque, aunque desprovisto de garras, branquias y alas, a podido dominar los mares, la tierra y el cielo con esta facultad.

Toda esta maravilla a  creado lo que nos rodea en el mundo moderno y a sido posible por unas de las llaves que desataron, y desatarán, este mar de genialidad es la pregunta “¿Qué pasaría?”.

Estas palabras desencadenan la lluvia de ideas que nosotros queremos transmitir a lo que nos rodean.
El plantearse qué sucedería a  algo que concibes en tu mente por otro factor hace que nazcan nuevos conceptos. Libros, inventos y muchas cosas más se alimentan por medio de este proceso, el que establece que la realidad se puede mejorar haciendo algunos cambios.

Pero, si no usamos esta llave sabiamente podemos crear monstruos que destruyan todo a nuestro alrededor. Es pregunta en sí es una herramienta, que solo puede determinar su efecto dependiendo de quien la use.
Por último el dejar esta llave escondida es un desperdicio y podría significar la perdida de una gran aportación a la humanidad. Esto es muy común en nuestros tiempos donde los medio hacen que la gente no se cuestione cosas ni que se las imagine.

Es tiempo de abrir y cuestionarse hasta de que lo que pensamos que ya sabemos y plantearse ¿Qué pasaría si?

viernes, 3 de agosto de 2012

las ramas secas


Viento en la copa de los arboles hacen una sonata tétrica.
Antes las verdes hojas hacían una hermosa melodía en un atardecer de otoño.
Hoy, al ser solo ramas secas, el silbido es grotesco y aterrador.
Hace muchos ayeres este era un hermoso lugar para admirar.
Fundada por un gobierno que quería entretener al pueblo, se mantenía regado y en buen estado.

Esto fue hace décadas y la hermosa imagen de esos tiempos solo se puede admirar en viejas fotos.

Y si hicieras una hoy, sería solo los  huesos de  esa visión… algo así como una radiografía.
 Miro desde lejos esta escena preguntando: -¿Qué fue lo que pasó? ¿Quién era el responsable de que esto no sucediera? -. No dejo de pensar que debería de hacer algo para reparar este daño, pero parece imposible.

Tanto tiempo ha pasado y parece que las opciones se han acabado. No me corresponde a mí hacer ese tipo de decisiones ni tampoco realizar algo. Alguien con más poder se dará cuenta de lo mal que está este sitio. Además, siempre existen otros parques los cuales disfrutar.
Pero ¿y si a esos parque les pasara lo mismo porque gente como yo no hace nada? Y ¿no merece una oportunidad este seco y maltratado lugar? Retumba en mi cabeza la frase: “Todos debemos de pelear por lo que realmente queremos”.

No importa qué pequeña sea nuestra participación, debemos hacer algo para que las cosas que criticamos tengan un cambio y aunque tal vez no veamos el cambio pero al menos obtendremos dos cosas:

  • ·         Que nuestra conciencia esté tranquila porque ya hicimos lo que pudimos
  • ·         Y creer en que toda reacción genera una reacción… aunque nosotros no lo veamos

“Si no eres parte de la solución eres parte del problema”