miércoles, 9 de enero de 2013

Arcilla blanca


Cuenta la leyenda que Dios tomó una gran cantidad de  masa de arcilla blanca y con ella empezó a moldear todo el planeta tierra. El potencial de la arcilla era impresionante y conforme pasaba sus manos se empezaron a crear   los cristalinos lagos, las imponentes montañas y los profundos mares. 

También todas las criaturas vivientes de esta sana tierra se iban formando de la blanca y suave materia desde los inmensos, pero pacificas ballenas azules hasta los más diminutos insectos y plantas.

Mientras más avanzaba más rebabas salían de las creaciones que tomaban formas. Como las piedras sueltas  en una escultura las sobras de todo lo creado se amontonaban en el cielo azul y queriendo ser alguna creación tomaban la forma de lo que veían abajo en la tierra.

Después de varios instantes la hermosa tierra fue hecha por Él y se dispuso a limpiar lo que sobraba, pero observó que esa materia blanca volaba de un lugar a otro tratando de tomar  las figuras que había creado y decidió no eliminarlas, es más, les puso el nombre de nubes para que adornaran los cielos e hicieran hacer volar la imaginación de sus observadores como hasta ahora lo hacemos tú y yo. 


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