Mi frase del día :
“La risa de un niño es lo más dulce del
mundo… a menos que se esté burlando porque te hizo una travesura”
Estoy en la salida de un metro, resguardándome de la lluvia.
La gente a mí alrededor entra y sale con cara de preocupación y cansancio. Las presiones
de la gran ciudad son aun más evidente con el contratiempo de una tormenta que incomoda a todos los que
pasan por hay… a todos menos a unos niños que juegan entre las personas.
Su madre está pidiendo limosna en una esquina, entonces te
imaginaras que los niños no tienen muchos recursos, pero a ellos no parece impórtales.
Sus gritos de alegría y risas retumban en el túnel y parece callar el sonido de
la intensa lluvia.
Poco a poco las caras preocupadas y enojadas por la lluvia
cambiaban al ver jugar a los niños con, con singular alegría, pateando unos cubos de construcción que tienen como juguetes.
Me hace pensar que la vida, no importando que tan triste sea,
siempre existirá la esperanza si nos fijamos en las cosas sencillas que pasan
desapercibidas en la vida.
Estos niños, que al parecer no tenían nada, poseían más
felicidad que cualquier persona a mí alrededor al jugar con unos simples cubos
de plástico.
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