Los dioses de una región pusieron a prueba a un escultor y
lo llamaron a una tarea. Debía de crear un montículo en forma de una escalera
de mano digna de los dioses y debería de cumplir las exigencias más rígidas. Si
su obra no era lo suficientemente buena un rayo la destruiría por completo.
Otra de las exigencias es que la construcción fuera en el
lugar en donde lo habían citado y el material que utilizara debería de ser de
un lugar muy lejano la última de las reglas es que la escalera pueda llegar al punto más alto de una torre.
No importa lo que tarde en hacerlo, solo había una condición, no debía de
cansarse de intentarlo porque si no, toda su villa perecería.
El artista trabajó durante semanas y terminó una hermosa
escalera, con decoraciones de ángeles en los pasamanos y reproducciones de
pinturas famosas en cada escalón. Los dioses les encantaron la idea pero había
detalles que a simple vista no se podía notar, pero con una voz seca le dijo
sus fallos y destruyó la obra maestra.
Durante años el pobre hombre hizo el mismo modelo. Cada uno más
hermoso que otro. Pero la voz implacable así añicos las obras del, cada vez más
desesperado artista. La desesperación
llegó a tal punto al ver que, el lugar en donde tenía enormes rocas estaba casi
vacío. Solo una pequeña roca, a comparación de las que había tallado en un
principio, quedaba en una esquina.
Resignado el escultor empezó la más hermosa obra de arte.
Sus movimientos eran precisos que cada vez que martillaba cualquiera que pasara
se quedaba perplejo de la precisión con que lo hacía.
Al final terminó la escalera digna de los dioses, sin
errores y defectos pero no alcanzaba su objetivo. Todo el pueblo estaba
presente y veían la destrucción de su hogar.
El jefe de los dioses bajo y checó personalmente la
escalera. Pero, al ver que no llegaba al punto más alto en que acordaron el
dios se dirigió al escultor y con una voz apacible le dijo: - La escalera por sí
sola no alcanza por si sola su objetivo, pero si vez a tu alrededor hay escombros de tu anteriores fracasos, ponlos
debajo de la escalera para que pueda llegar hasta donde acordamos-Todo el
pueblo le ayudó, fue salvado y reconocido
como el lugar en donde nació el más grande escultor que haya pisado estas
tierras.
Moraleja: La practica te hará el mejor en lo que hagas, pero tus fracasos son la base de tus victorias.
Moraleja: La practica te hará el mejor en lo que hagas, pero tus fracasos son la base de tus victorias.